viernes, junio 03, 2005

Los niños nos miran...

¿y cómo le explico esto a mi nene?



Para empezar tomaré una palabra "prohibida" salvo en ciertos asépticos contextos, y, como todo lo prohibido, agazapada en todos los rincones, y buscada por todos, con distintos fines.
En la historia de la humanidad no hay otro tópico que haya sido tan rastreado, hecho trizas y machacado como los lazos sagrados del matrimonio y de la familia.





Ninguna revista que se estime en algo ha aparecido en los quioscos sin publicar por lo menos dos artículos definitivos sobre el matrimonio y la familia (frecuentemente escritos por un grupo de célibes, por vocación o por obligación). Ningún diario carece de su columna de consejos sentimentales, probablemente contigua a la sección cómica, la parte más importante de la publicación.

No quiero ser irreverente, pero creo que estaréis de acuerdo en que quienquiera que creó el sexo ciertamente sabía lo que hacía. Aunque todo el mundo está loco por él, la palabra en sí, pese a su brevedad, parece asustar a muchísima gente. Los autores de canciones, en especial, siempre suprimen esta adorable palabrita y la sustituyen por "amor". Ningún cantante (ni siquiera un tenor) se atrevería a cantar "El sexo es algo maravilloso". Con ese título la canción obtendría un éxito multitudinario, pero el cantante sería puesto en la lista negra por algún comité de moralidad liderado por el censor de turno. ¿La acusación? Incitar a la gente a que haga una cosa perfectamente natural. Y si hay niños de por medio en la justificación de la censura, mejor aún: los niños no deben saber de "eso".

El amor abarca una multitud de emociones y de actitudes. Podemos amar a Dios, a un niño, al vecino (o a su esposa, elegir uno o el otro), e incluso a una mascota. Pero el amor matrimonial nunca se define con claridad.
Casi nada en la familia se define con claridad. Es venerada, criticada, defenestrada, reemplazada en teoría o en práctica, pero indefinida. Es sólida, básica, mensurable y susceptible a ser regida por leyes, y a la vez etérea, sublime, inabarcable, imposible de estar dentro de ella, o fuera de ella. Porque lo que naturalmente la sustenta, socialmente está mal visto, expresado o censurado. Y lo que es parte, pero no lo único, pasa a ser centro y motivo y excusa, porque no puede ser nombrado. Así es como otras cosas, tan importantes como "eso" pasan a segundo plano o peor, son ocultadas por la importancia de lo que no existe, porque no se nombra, y por lo tanto no existe. Buena forma de embarrar la cancha...

Si alguien quisiera recitar el clásico "Como amado en el amante / uno en otro residía..." por los medios de difusión, el censor de turno se lo prohibiría, espantado de la palabra amante, mucho más en tan ambiguo sentido.
Imposible alegar que esos versos los escribió el insospechable San Juan de la Cruz y se refieren a Personas de la Santísima Trinidad. Primero, porque el censor no repara en contextos ni significados. Segundo, porque veta palabras a la bartola, conceptos al tuntún y autores porque están en capilla. Tercero, importa que deje colar películas con sangre, miembros humanos desparramados o muy amontonados y poco acordes con "la edad de la inocencia"como lo vemos en los manga.
Ríos de tinta compiten con ríos de sangre discutiendo lo que los niños y adolescentes (y adultos no muy avezados en eso de la adultez) observan impávidos en la TV, en revistas o en carteles, justificado por "ser arte" "ser originales" o cosas así.

Es vedado referirse a lo que ve sin idealizarlo. Sin embargo, aunque se han prohibido libros infantiles, nuestros pequeños monstruos siguen consumiendo historias con madrastras-harpías, brujas que comen niños, hombres que asesinan a siete esposas, padres que abandonan a sus hijos en el bosque, Alicias que viajan bajo tierra sin permiso de mamá.

Algunos escritores han tomado la posta, o han aprovechado la oportunidad para llenar un vacío en el mercado. En algunos casos, con excelentes resultados. Desde nuestro punto de vista, al menos.
En otros, con resultados pavorosos: un día el niño crece y ve que todo lo que leyó/vio/oyó no se corresponde con la realidad. Y hay un vacío dentro de él, o ella, que busca llenar de cualquier manera.
Como en la familia ya le dimos pruebas de que nada es lo que se dice y lo que se dice es nada, busca otras formas de llenar ese vacío.

¿la culpa es toda nuestra? ¡por supuesto que no!: ¿es que alguien vino al mundo con libreto?

8 Comments:

Anonymous Anónimo escribió...

cuántas verdades...

6/04/2005 06:54:00 p.m.  
Blogger Unknown escribió...

Lola, me llevó una vida darme cuenta. Que vos lo veas así (con algún disenso, que es lógico) me hace pensar que eres muy astuta.
Astuta, no inteligente. Mi IQ es cercano a 160 y me da vergüenza decirlo, porque eso nunca me hizo feliz...y ser feliz es lo que deseamos para los que queremos, no que sean exitosos, inteligentes o ricos. (aunque si lo son mejor,claro, pero que no empañe la felicidad...)
Besos

6/04/2005 07:43:00 p.m.  
Anonymous Anónimo escribió...

(Los niños nos miran)... seran lo que somos, y mentiran como hemos mentido. O asi los espero...

Este fin de semane, mi grande de 6 años me suelta con "la chispa" al ojo y con una risa astuta que "se muy bien que Papa Noel sois los padres y que es una leyanda ! "

Mi mitad y yo, sabiamos perfectamente que un dia o otro eso tenia que suceder...

Todo esto empezo este años con la leyanda de los huevos de Pascua : Esta leyenda cuenta que, a estas fechas las campanas de las iglesias salen la vispera de Pascua (de noche) vuelan por el campo soltando miles y miles de huevos de chocolate.

Es la occasion, al dia siguiente de recorrir el campo a "cazar" los huevos ; os podeis imaginar la cara y la felicidad de los niños cuando encuentran a esos huevos escondidos por la hierba. Ja !

Pero este año, fue distinto : unos dias despues nos pregunto si eso de las campanas era cierto.

Paso lo mismo con la ratita blanca (que viene por la noche a dejar bonbones o una moneda debajo de la almohada de los niños, a cambio del dientecito que cayo durante el dia).

Es en esos momentos, que los adultos tenemos que ser sinceros y decir la verdad, explicandoles que esas leyendas existen para rendir los ninõs mas felices.

Acceptar que hemos mentido, es acceptar que crezcan (claro) pero es acceptar que no somos lo que pretendemos ser y que la verdad (o la verdad que los niños son capaces de entender) vale en todas las situaciones.

Como dices en tu post, los niños oyen y ven de los padres "lo que hay que ser", "lo que hay que decir", "lo que hay que hacer" (la perfecion absoluta) sin que seamos asi.

Pero para los niños, eso es mentira grande. Y esa mentira no suena como la de las leyendas ; es mucho mas grave porque los niños pierden confianza en los padres que no "son" lo que dicen que "son".

Mi mitad y yo, dentro de un marco "general" referente a los niños, a veces decimos que "si", otra vez que "no" (segun el momento), incluso pasa que no estemos de acuerdo : somos sinceros y no intentamos darles esa imagen muy dogmatica en la que los padres "lo saben todo y nunca se equivocan y esten siempre de acuerdo". La vida NO ES ASI. Es asi de sencillo :-)

Los niños nos miran, seran lo que somos, y mentiran como hemos mentido. O asi lo espero... para que tengan confianza en nosotros y en ellos mismos. Al fin y al cabo esto el los mas importante.

Karim

6/06/2005 06:00:00 a.m.  
Blogger matracaelcan escribió...

Querida Nfer:
Como tu bien señalas hay temas que se han apropiado los 'eunucos por el reino de los cielos'(recordando a Uta Ranke) en nuestro mundo de habla hispana hay que ser tonsurado para hablar de ética y moral y las normas de la familia las ponen oficialmente ellos. Por ende la sexualidad ha estado bajo el yugo de su represión por siglos,claro que a más represión oficial, más perversión oculta, ¡como laceran sus cuerpos deseantes con cilicios y disciplinas los seguidores de Escrivá de Balaguer!. Tampoco la solución va por el lado del sexo animal o comercial como los pornografos norteamericanos a lo Larry Flint la regla aurea no deja de ser válida a este respecto.
Y nos preguntamos por los niños, hoy el bombardeo visual es tal que nuestra tarea como padres parece ir por el lado de que descubran que el sexo puede no ser una mercancía más y ojalá a su debido tiempo,no puedo olvidar la penosa generación de tweenagers chicos y chicas de 9 a 12 años que impulsados por la marea mediática quieren adelantar su adolescencia en 5 años (con drogas,alcohol y consumo incluido)apoyados por padres obsecuentes e inconsistentes pero con enorme sentido de culpa debido a las ausencias que se llenan con cosas.
saludos
Matraca El Can

6/06/2005 01:04:00 p.m.  
Anonymous Anónimo escribió...

Nfer, no sé porqué no puedo leer el texto completo hacia la derecha.
No no estoy hablando de política...
Un abrazo

6/07/2005 08:53:00 a.m.  
Blogger Unknown escribió...

Vailima,
pues muchos nos han dicho eso.
A veces me ha pasado, y dando "refresh" o actualizar se ha compuesto y veo todo.
Otras veces...no.
Alguien nos dijo que depende el navegador que uses, yo uso IE, no sé vos.
Pero aún así...y Anónima se reirá al leer esto, pues tengo dos PC en red: Hermes y Babieca.
En Hermes suele sucederme que este blog...¡atrasa! y en cambio Babieca me presenta al día los comentarios...
Cosa é mandinga dirían mis paisanos...

Anónima si lees esto, quizá - sólo quizá - deberíamos preguntarnos si el haber cambiado la columna de izquierda a derecha no tiene algo que ver.
No, tampoco hablo de política, sino de la columna. :)

6/07/2005 09:38:00 a.m.  
Blogger Anónima escribió...

Bueno, quizá, solo quizá la posición de la columna tenga algo que ver.

Así que la voy a devolver a la izquierda.

Y luego voy a experimentar un rato con los márgenes, los límites y las fronteras.

Todo ello sin ningún ánimo político ;)

Y ya que estoy, también voy a experimentar con los comentarios.

¡qué no se diga que la ignorancia no es atrevida!

PD: Nfer, ¿dónde guardaste el cartelito aquel de site en construction?

Me haría falta...

6/07/2005 04:36:00 p.m.  
Blogger Anónima escribió...

La columna ofreció terrible resistencia a cambiar de lugar y hube de batirme en retirada. En la debacle perdí todo interés por ocuparme de los comentarios.

Pero en el fragor de la batalla cambié los parámetros de las posiciones y anchos de las columnas y los tipos de letra, con lo que espero que el blog sea más legible y que ya no haya problemas con la parte derecha del blog.

Si alguien sigue teniéndolos, por favor, que deje un comentario y vuelvo a intentarlo.

Gracias.

6/08/2005 10:11:00 a.m.  

Publicar un comentario

<< Home